Draco Volans: uno de los dragones reales
Los dragones, son reales, aunque obviamente no será el gigantesco dragón que escupe fuego, pues estos solo existen en la fantasía a pesar de los muchos vendehúmos que hay en este planeta. Hoy quiero hablaros del Draco Volans, una especie de reptil volador que es considerado por la ciencia un «dragón».
¿Qué tipo de animales son estos dragones reales?
Este animal, cuyo nombre significa literalmente «dragón volador», es es un miembro del género de lagartos Draco, perteneciente a la familia de lagartos Agamidae, cuyos miembros se conocen comúnmente como dragones voladores.
Estos tienen la capacidad de extender los pliegues de la piel que tienen pegadas a sus costillas para utilizarlas cómo «alas» y poder planear desde las alturas.
Aspecto de estos dragones reales
El Draco Volans puede alcanzar una longitud de 19 hasta los 23 cm, son de un color marrón con una coloración azulada en la parte inferior de sus alas, tienen una papada amarilla. Aunque las hembras suelen intercambiar los colores, ya que tienen una papada azul y un colorado amarillento bajo las alas.
Cada una de sus cuatro patas tienen cinco dedos con garras.
¿Dónde podemos encontrar al Draco Volans?
Estos pequeños dragones de la vida real, tienen su origen en los bosques tropicales ubicados en el suroeste de Asia y la India, abarcando también las impresionantes Islas Filipinas y la isla de Borneo, cuyos hábitats han sido el hogar histórico de esta asombrosa especie.
Es en estas regiones exóticas y paradisíacas donde estas criaturas únicas han evolucionado y florecido, adaptándose maravillosamente a los entornos naturales de selvas tropicales, con sus increíbles adaptaciones que los convierten en ejemplares verdaderamente excepcionales para el ecosistema de la región.
Estos dragones de verdad, personifican la rica diversidad y la belleza intrínseca de los bosques tropicales del mencionado ámbito geográfico.
Reproducción de los dragones
La vida reproductiva del draco volans puede ser algo triste, pues se pasan la vida en los árboles y tan solo bajan en la época de reproducción.
Los machos llaman la atención de las hembras con sus coloridas membranas plegables y empiezan así el proceso de cortejo. Una vez haya ocurrido el amor, la hembra excava con su hocico un pequeño agujero en el suelo dónde deposita los huevos. Aquí viene la parte triste que os advertí al principio, ya que una vez la madre se asegura de que los huevos están a salvo en su escondite, esta los abandona y se va a vivir lo que le queda de vida. Normalmente tan solo vigilan sus huevos durante un día, una vez pasada la guardia, adiós muy buenas.
Estos huevos, suelen estar en incubación unos 32 días aproximadamente, hasta que la eclosión ocurre y nuevos dragones nacen de ellos.
Un Resumen sobre estos dragones reales
Conclusiones
Cómo habéis visto, no hay un furia nocturna real, pero los dragones si existen en este bello mundo en el que vivimos. A pesar de no ser las legendarias bestias gigantescas que estamos acostumbrados a imaginar, estos bellos seres son preferibles antes que a un dragón real capaz de comerse a una persona cómo si fuera un cacahuete, ¿no creéis?
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