Hoy en día, en gran parte del mundo, cuando preguntas a alguien cómo se imagina a un dragón, es muy probable que te dé la descripción de un dragón europeo: Un lagarto gigantesco de cuatro patas y poderosas alas capaz de escupir fuego. Pero si miramos cómo han sido representados los dragones en la historia, vemos que se repetía un mismo patrón al referirse a un dragón: Un cuerpo gigantesco serpentino que no tiene alas, incluso a veces tampoco tienen patas (Véase Jörmungandr, el cual es una serpiente gigante). Al ver esto nos preguntamos ¿Por qué los dragones europeos son tan distintos? ¿De dónde viene esa idea del lagarto con alas capaz de escupir fuego? Hoy vamos a averiguarlo:
El Origen de los Dragones Europeos
Los dragones son seres mitológicos universales para los humanos, allí dónde ha habido personas, también estaban en el imaginario colectivo los dragones. Algunos creen que se tratan de un recuerdo genético que los primeros mamíferos tenían de los dinosaurios, aunque yo no soy muy fanático de esta teoría. Otra teoría un poco más plausible sería que los dragones sean una mezcla de los depredadores más peligrosos que hemos tenido en la historia, que juntado con los huesos de dinosaurios que se han ido encontrando por el mundo, han llegado a formar la idea del dragón como lo conocemos hoy.
Rasgos de los dragones del mundo:
Pero aun con esta idea del «origen de los dragones», no podemos responder la pregunta por la que estamos aquí: ¿Por qué los dragones europeos son tan distintos?
La mayoría de los dragones compartes tres rasgos:
- Son serpentinos.
- Comparten el rasgo de algún otro animal.
- Y por último, están relacionados con el agua.
Como ya hemos mencionado en muchas otras ocasiones, los dragones y las serpientes están más que relacionados, la propia palabra «dragón» proviene del griego «Drako» que significa literalmente serpiente. En la mayoría de representaciones griegas de hombres luchando contra dragones, veremos que estos están reperesentados como serpientes:
Otros tipos de "dragones europeos"
Si en vez de centrarnos en los «drakon» buscámos las representaciones de los monstruos marinos, podremos ver que la imagen se acerca un poco más hacia los dragones europeos que tenemos hoy en día: siguen teniendo un aspecto serpentino, tienen la cabeza de algún otro animal (como perros, leones, cocodrilos etc.) y aquí ya podemos ver a los primeros monstruos marinos con patas y alas:
El grifo y su influencia al Dragón Europeo
Pero aquí aún hay cosas que faltan, ninguno de estos monstruos marinos son capaces de volar ni de escupir fuego. Por ello, nos debemos de alejar aún más e irnos hacia Mesopotamia, dónde podemos encontrar la pieza que nos falta: El Grifo.
La idea del grifo fue fundada en Mesopotamia gracias al símbolo de una águila con cabeza de león, en dónde se relacionaba al águila con el cielo, y al rugido de los leones con los truenos. Esta idea fue evolucionando hasta llegar al ser que conocemos hoy en día: seres mestizos con cabeza y patas delanteras de águila y cuerpo trasero de león, que además eran capaces de escupir fuego. Estos, al igual que los dragones, eran codiciosos y se creía que se escondían en cuevas para proteger sus tesoros.
Además, como muy bien han hecho en el videojuego de Century, estos grifos también eran representados con cuernos y escamas. Se creía que sus alas, en vez de ser emplumadas cómo la de las águilas, eran membranas translúcidas que utilizaban para planear.
